Bill Watterson y los libros electrónicos.


Una de las razones por la cual el creador de Calvin & Hobbes fue abandonando paulatinamente su tira cómica fue por la exagerada presión que recibía del sindicato de prensa de Estados Unidos para que conservara el formato de viñetas pre – establecido por los periódicos estadounidenses. De haberse mantenido fiel a esos estándares los seguidores jamás habríamos podido conocer la célebre escena del baile entre el niño y el tigre. Así, poco a poco, Bill se fue retirando al campo de los comic books y por último, después de 10 años de trabajo, Calvin & Hobbes desaparece del mundo de las tiras cómicas.

A diferencia de Garfield, Mafalda, Snoopy y tantos otros entrañables personajes los personajes de Watterson no continuaron su vida en series animadas, camisetas, mugs, avisos telefónicos o insulsas adaptaciones al cine. Lo que conocemos de ésta singular pareja se encuentra en una cantidad limitada de libros.

Una de las razones que me disgustaban de los lectores electrónicos como el de Amazon o el de Sony es que, más allá de la comodidad generada por su tinta electrónica o lo portable de su hardware, todos los libros parecían exactamente iguales. En los libros dirigidos a adultos ese no parece ser un problema grave, la mayoría de ellos usa fuentes similares encontrándose diferencia de tamaños en márgenes y gráficas según se tratase de una edición en tapa dura o rústica. Sin embargo los libros para niños poseen una estética diferente, abundan los colores, las diferencias de formatos y la intervención gráfica más allá de lo decorativo.


Parece ser que Penguin books (http://vimeo.com/9883606)  ha sabido dar respuesta a estos, y otros problemas, en los nuevos contenidos digitales que anuncia para el ipad. Se anuncian libros digitales que saltan fácilmente del formato vertical al apaisado, existe abundancia de colores y se puede intervenir los libros no sólo para subrayar sino para añadir notas, encontrar sonidos de animales o comunicarse con otros lectores en línea. Una de las primeras críticas que se le dio a este tipo de contenidos, cuando la editorial norteamericana dio a conocer algunos detalles en las redes sociales, es que muchos de estos adelantos ya se habían realizado en la web. Dicho de otra forma, que no se estaba presentando nada nuevo. Disiento, Penguin Books ha sabido presentar viejos contenidos con pocos adelantos técnicos como una forma de irse ganando a los lectores tradicionales al tiempo que brinda una gran versatilidad en línea y abre una gama de posibilidades que plantean nuevos límites y formas de narrar.

Por supuesto queda por saber qué pasará con textos como “La escoba de la viuda”, que en su formato impreso no se ajustaba a ninguna de las convenciones de publicación, o maravillosos libros juego como “El animalario del Profesor Revillod” con sus múltiples pestañas.

Me gusta pensar que con este nuevo tipo de propuestas tal vez Bill Watterson se sienta tentado a darle una nueva vida al incomparable, asombroso, inquieto y nunca jamás bien ponderado “Calvin & Hobbes”

Comentarios

  1. Conozco poco del tema, lo más cercano que he estado a eso es cuando me he matado los ojos tratando de leer un libro en la pantalla.

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  2. Hola Diego,
    Concuerdo totalmente con vos. En el formato de los libros electrónicos se pierden muchas cosas originales, que contienen los libros impresos, especialmente para niños. No es lo mismo...
    Me parece muy interesante este artículo para publicarlo en mi blog.
    Cariños, Mirta.
    http://mirtasal.wordpress.com/

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