La falible memoria y las fichas personales de lectura.

Leemos, leemos mucho. Leemos 20, 30, 40 libros al año de literatura infantil y juvenil. Cuando nos preguntan sobre lo que hemos leído sólo podemos balbucear ciertos argumentos o esgrimir cierta intertextualidad.

Otro caso. Historias de amor, ¿qué historias de amor conocemos? Claro, está la de la Cenicienta y la de Blancanieves y… ¿Pero algo actual? Hay un libro rosado…

Último caso. ¿Conoce otros libros de Roald Dahl? ¿De quién? Preguntamos de inmediato mientras manoseamos nerviosos un tomo de “Cuentos en verso para niños perversos”.

Recuperar lo leído es una tarea necesaria, más cuando al retomar un libro recobramos toda la añoranza y el cariño que le teníamos y nos surge cierta desazón por haberlo abandonado. La desazón se transforma en desconcierto cuando caemos en cuenta que justamente ese libro pudimos haberlo utilizado en ese taller…

¿Cómo ayudar entonces a la lectura, ese proceso tan lúdico, a ser un poquito más organizada? Las fichas de seguimiento de lectura suelen dar buenos resultados.

Conocí este formato a través de Luis Bernardo Yepes de Comfenalco Antioquia. Se trata de un formato sencillo y amable que nos permite, con sólo consultarlo, recuperar una gran cantidad de información catalogándola por palabras claves o niveles lectores o autores.

La ficha exige algo a cambio por supuesto. Por cada libro leído hay que dedicar un tiempo mínimo a escribir sobre él. Es cosa de cariño.

En la siguiente dirección dejo un modelo de la ficha para quienes deseen conocerlo, http://www.4shared.com/account/file/230185186/9816a229/Ficha_Libros_Leidos.html

Como nota adicional añadiría que se trata de un modelo, es decir que se puede modificar y/o transformar conforme nuestros intereses.

Comentarios

  1. Bueno... Llegó el momento. Ya puedes escribir el libro "lecturas para todos". y venderlo en tus conferencias, seminarios, talleres, clases, etc, etc.

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