¿Qué es leer? I



La pregunta no es baladí. Menos aún en un medio en el que las pruebas nacionales e internacionales nos siguen diciendo que nuestros estudiantes no comprenden lo que leen. Y no comprenden porque leer va más allá de la decodificación de un texto, no comprenden porque definitivamente debemos empezar a considerar seriamente que los textos no sólo se componen de grafías, también se componen de imágenes, de melodías tañidas en un arpa, de iconos en la pantalla de un computador incluso de materia orgánica cuando una comida conlleva en si un acto comunicativo.
La mayor parte de los docentes y de las personas dedicadas al estudio del tema parecen considerar con seriedad que el último objetivo de leer es comprender, como si la lectura fuese algo extrínseco a nosotros y a lo cual debemos llegar. Uno de los resultados de este error se ha vivido durante las últimas décadas, cuando después de haber enseñado un código se considera que se ha enseñado a leer y se enfrenta al estudiante a diversos tipos de texto (sí, con dificultad creciente) con un mismo tipo de evaluación, la literal. Largos años tras largos años quienes se enfrentan a un texto parecen hacerlo con el mismo horrible objetivo, responder a una serie de interrogantes que pretenden dar cuenta de su lectura de un texto de la manera más vacía posible. Un examen se presenta no como una oportunidad de discutir, de recrear, de realizar hipótesis (¿se podrá escribir hipotetizar?), de negar o incluso de echar pestes contra un personaje o contra un autor en particular. Sin embargo a la hora de evaluar la lectura lo único contra lo que se enfrenta un estudiante durante su educación básica es una carrera de obstáculos que consiste en un papel al que hay que llenarle unos espacios en blanco.
Si se le pregunta a un lector cuál es su objetivo a la hora de leer probablemente responderá con una sarta de vaguedades como: para aprender o para divertirme. Esto sucede porque el lector no se detiene a considerar seriamente sus motivaciones de la misma manera en que no nos sentamos a considerar con seriedad nuestras motivaciones sobre las razones de comer, respirar o ir al baño.

Comentarios

  1. Sí, entiendo, esto significa que un analfabeto sabe leer, los animales también leen. Comprendo lo que quieres decir. pero... (no lo sé) ¿será peligrosa esta generalización?

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  2. Vamos por partes que así es como se nubla el espejo de la profecía. esta es la parte No. I

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