Juul y el Bullying


Hace poco tiempo vi en televisión una escena dantesca, un grupo de niñas en un colegio contemplaban y animaban a dos de sus compañeras que, literalmente, estaban arrancándose los cabellos mientras rodaban por las paredes de un baño y las decoraban con su sangre.
La escena que parece sacada de un libro de Stephen King (de “Carrie”, por ejemplo) pertenece sin embargo a una realidad cada vez más cotidiana, la del bullyng, que en Colombia ha venido tomando fuerza en los últimos años.
El Bullyng puede ser definido en palabras cotidianas como “matoneo”, es decir toda aquella actividad o acción, encaminada a disminuir, desprestigiar y reducir a un compañero o grupo social en la sociedad escolar. Y con toda actividad me refiero no sólo a acciones físicas sino también psicológicas.
Los nacidos en las épocas de los 70`s y 80`s aprendieron mucho de bullyng en los enlatados gringos donde la figura del “matón” escolar era familiar. De hecho es una figura cotidiana para millones de estudiantes norteamericanos que han crecido en medio de ellos sobreponiéndose cuando no siendo aplastados por completo.
En nuestra sociedad el bullyng llega por diversos motivos y se le trata como un fenómeno nuevo y desconcertante. No tiene nada de desconcertante si lo vemos como una característica adicional de esa colonización cultural a la que nos hemos venido sometiendo desde hace tantos años. Una colonización cultural que se ha acogido de manera permisiva junto con la adopción del inglés como lengua alterna (Ojo, no como segunda lengua sino como lengua que acompaña el desarrollo desde la más temprana infancia del niño).
Un libro que habla con valentía del bullyng y sus efectos es Juul. Creado por Gregie de Meyer y Koen Van Mechelen, relata como un niño ante las críticas y burlas de sus compañeros se va despedazando sin piedad hasta quedar reducido sólo a la cabeza. Los autores hicieron este libro cuando conocieron la noticia de un niño europeo que se suicidó lanzándose desde lo alto de un edificio por las críticas, burlas y hostigamiento constante de sus compañeros.
Juul no tiene compasión con el protagonista pero tampoco con quienes lo hostigan, no permite que ninguno de los responsables por acción y omisión deje de cuestionarse abiertamente.
He leído en voz alta Juul ante niños desde hace muchos años con muy buenos resultados. Primero siempre hay un coro de risas que luego se convierten en una mirada crítica sobre sus propias acciones, en las que se reconocen como víctimas y victimarios. Curiosamente quienes más rechazan a Juul no son los niños sino los padres quienes en muchas ocasiones pretenden mostrar libros que sólo hablen de lo bonito de la infancia y no de lo oscuro que pueda tener.
En nuestra época Juul se convierte en un libro indispensable para el trabajo con los niños, ya sea desde su sensibilización ante la consecuencia de sus actos, ya como una herramienta que nos permite reconocernos a todos como protagonistas de esas páginas.

Comentarios

  1. Una primera lectura y no encuentro errores de digitación¡Qué bien!

    Muy acertado tu artículo acerca de Juul.

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  2. Bueno, bueno, ya nos convenciste, vives en el mundo real y el corazón se te arruga ante la visión de los pobres niños en la calle. Eres supersensible, escribes fantasia y te sientes culpable, y por eso haces un editorial bien largo. Granuja ¿a quién quieres convencer? Bukowski te habría agarrado a patadas.

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  3. Eres un ser muy profundo, te siento muy honesto, tenaz lo que dices, eso no lo hace cualquiera, verás, se encesita mucho valor de tu parte. Dime qué otro servicios ofreces.
    Claudia

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  4. Gracias a todos por sus coemntarios.
    Granuja, tienes razón, Bukowskii me habría agarrado a patadas al igual que sopotocientos escritores más. Pero aún así sigues leyéndome.
    Claudia si me dejas tus datos o los envias a mi mail me extiendo en lo de los servicios.
    A todos los demás, muchas gracias por el apoyo.

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